1. Como
muchos, ando harto de tanta noticia negativa, defraudado con lo que vemos a
diario en diferentes esferas de la vida nacional. Por esto, el fin de semana
pasado, mientras pensaba sobre qué compartir con ustedes en mi columna de hoy,
me dije: vas a escoger un tema actual y vas a mandar un mensaje positivo. Tras
frustrarme con la dificultad que estaba teniendo en escoger el tema, el domingo
en la noche me puse a ver una película simpática… Escapismo, que le dicen.
2. El lunes
temprano en la mañana, mientras iba a una nueva reunión del Foro para la Pesca
y Acuicultura Sostenibles, me hice una nota mental: ¡escoger tema positivo! La
reunión de Foro empezó a la hora en punto, estaban presentes la Ministra de la
Producción, el Viceministro de Pesquería, el Presidente del IMARPE, empresarios
de la SNP y de la SNI, representantes de gremios de armadores y pescadores
artesanales, académicos, miembros de ONGs, en fin. Algunos habían venido desde
Tortugas, otros desde Camaná. Hace más de cuatro años que nos reunimos
periódicamente y hemos constatado los beneficios de sentarnos alrededor de una
mesa a escuchar y a dialogar.
3.
La
Ministra, nueva en el ramo, asistió y escuchó con interés, tomó notas a lo
largo de más de dos horas. Al comienzo de la reunión, hubo tres presentaciones
sobre la pesquería de pota, la segunda más importante del país, tanto en volumen de captura como en términos de
valor de exportaciones, y la primera en materia de generación de empleo. Un
joven funcionario del PRODUCE informó sobre las recientes negociaciones sobre
la pesca de pota en aguas internacionales (donde nuestra presencia es casi
inexistente, a pesar de que dentro de las 200 millas pescamos más de la mitad
de la captura mundial de pota). Luego, un científico del IMARPE informó sobre
los resultados del primer crucero de exploración de la pota. Y para terminar,
un joven ingeniero pesquero de WWF resumió el avance de un proyecto para
mejorar esta pesquería.
4.
Aunque
todavía hay muchísimo por hacer, quedó claro que estamos dando pasos en la
dirección correcta: gestionar nuestras pesquerías en base a ciencia. A pesar de
lo provechoso de las presentaciones, lo más valioso fue lo que siguió: un
intercambio de ideas alturado y respetuoso. Durante más de una hora y media,
escuchamos a muchos actores de esta pesquería hacer preguntas y comentarios,
expresar sus preocupaciones, manifestar de manera transparente sus intereses,
algunos de ellos en abierta colisión con los de otros presentes en la reunión.
Y todo esto se hizo en orden, con respeto y de manera constructiva. Sin duda
alguna, más de cuatro de años de sentarnos alrededor de una mesa a dialogar ha
rendido frutos. Hemos aprendido que el diálogo, en sí mismo, es un instrumento
de política pública.
5.
Aún quedan
muchos temas por trabajar en nuestra segunda pesquería: continuar mejorando
nuestro conocimiento del recurso, formalizar la flota artesanal, mejorar el
control y la supervisión de la flota y los desembarques, definir quiénes
tendrán acceso a la pesquería, fomentar la pesca fuera de las 200 millas, promover
el consumo nacional de pota, entre muchos otros. Pero al concluir la reunión,
salí sonriente, convencido de que el espacio de diálogo creado por el Foro
permitirá contribuir a avanzar en este y muchos otros aspectos de nuestra pesca
y acuicultura. Y, claro, reflexioné sobre cuánto avanzaríamos como país si hiciéramos
lo mismo en otras esferas de la discusión pública.
6.
Y,
bueno, sonreí, también, porque ya no necesitaba encontrar un tema sobre el cual
escribir.
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