1. “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Este conocido dicho popular, a pesar de poder cuestionarse desde muchos puntos de vista, incluyendo el ético, esconde una gran verdad, nos guste o no. Si no fuese así, no veríamos que este refrán se transmite de una generación a otra. ¿Cuántas parejas siguen juntas debido a la desinformación, a no poder o no querer ver la realidad? Muchas, muchísimas y probablemente sean más felices de lo que hubiesen sido en el escenario alternativo de haber conocido la realidad y verificado la extensión de su cornamenta. 2. Sin embargo, este precepto que puede ser útil en la esfera amorosa de las personas, no es un buen consejo para conducir la política del Estado. Aquellos que sobrellevan la responsabilidad de diseñar y ejecutar políticas públicas de toda índole –en el sector salud para enfrentar la pandemia actual, en los sectores económicos para minimizar el impacto de la crisis sanitaria sobre la producción y ...
Carlos E. Paredes PhD // Gestión