1. El último proceso electoral en nuestro país me trae a la mente el mito de Escila y Caribdis narrado en la Odisea de Homero: enfrentarse a dos monstruos marinos situados en las orillas opuestas de un estrecho canal. En la Odisea, los navegantes tratan de evitar las fauces de Escila con el riesgo de caer en el remolino, Caribdis, que se forma al otro lado del estrecho. Pero el peligro es ineludible, si no sucumben en las garras de Escila, lo hacen en las olas de Caribdis. 2. En el caso de Ulises, la diosa Circe le aconsejó pasar junto a Escila, ya que era preferible perder a unos pocos hombres que a todos en el remolino. El 6 de junio, la mayoría de electores nos enfrentamos a dos monstruos por los que tres de cada cuatro de nosotros no había optado en la primera vuelta. ¿A qué lado del estrecho debía uno inclinarse? ¿Debíamos votar por una opción y perder otros cinco años o hacerlo por la otra y posiblemente perderlo todo? 3. ...
Carlos E. Paredes PhD // Gestión