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Lecciones del gobierno de transición

 

Fuente: Diario Gestión

1.    El gobierno de transición que encabeza Francisco Sagasti está llegando a su fin y lo hace con un grado de aprobación sin precedentes: superior al 50%. Cuando asumió la presidencia, sus principales retos incluían: hacer frente a la pandemia sanitaria, coadyuvar a la recuperación económica, asegurar unas elecciones limpias y, claro, que su gobierno llegase al 28 de julio. Recordemos que él era el tercer presidente en menos de un mes y carecía de una base política sólida para hacer frente a un Congreso muy complicado. Primera lección: resulta crucial focalizar esfuerzos y asegurar la gobernabilidad.

2.    En el frente sanitario, tuvo que enfrentar el déficit de oxígeno medicinal y de camas UCI, además de negociar desde cero los contratos para la adquisición de vacunas. Decidió mantener a la Ministra de Salud, una decisión que demostró ser equivocada. No solo por el escándalo que llevó a su salida, sino y sobre todo por su ineficacia para resolver los problemas de salud pública que enfrentaba y para decir la verdad sobre la magnitud del desastre sanitario. Segunda lección: para gobernar se requiere de un equipo técnico de primera. Los problemas iniciales que tuvo con el mando de la policía nacional también corroboran la importancia de esta conclusión.

3.    Si por algo será recordado bien este gobierno es por su sobresaliente gestión en el campo de las vacunas. Sin embargo, aunque en materia de oxígeno y camas UCI hubo avances, estos fueron claramente insuficientes. Los resultados del último Semáforo de Políticas Públicas sobre las políticas sanitarias frente a la pandemia (gestión.pe, 25 de junio) muestran esto con claridad. Además, dichos resultados revelan la gran valoración que los ciudadanos le damos al sinceramiento de las cifras de muertos, así nos muestren una realidad trágica y dolorosa. Tercera lección: solo se puede gestionar bien en base a buena información.

4.    En el frente económico, la agenda era aparentemente sencilla: evitar los autogoles y, sobre todo, los tiros libres que vendrían del congreso. El MEF hizo lo que pudo para resguardar el orden macro y el modelo económico en un contexto de transición, aunque no logró atajar todos los despropósitos económicos de los que hizo gala el Congreso. Los costos los pagaremos en los años por venir. Cuarta lección: para gobernar y avanzar, se requiere consensuar y tender puentes con las diferentes fuerzas políticas.

5.  En materia de elecciones, Sagasti cumplió con su palabra de respetar el calendario electoral, asegurar elecciones limpias y no interferir en el proceso, manteniéndose estrictamente neutral. A pesar de la segunda ola del COVID-19, se tomaron las medidas necesarias para realizar la primera vuelta en la fecha prevista. Nadie cuestionó los resultados, ni el rol del Ejecutivo, a pesar de que ¾ partes de los peruanos que votaron no lo hicieron por alguno de los que pasaron a la segunda vuelta.

6.  Tras la elección del 6 de junio, con un resultado que a la mitad del electorado no le satisface, Sagasti fue muy criticado por comunicarse con MVLL y otros líderes de opinión para pedirles su apoyo para mantener la tranquilidad en un contexto de polarización y crispación. Ahora, algunos que cuestionan la validez de los resultados, demandan que el gobierno intervenga en el proceso electoral. Sagasti no lo ha hecho ni creo que lo haga, pues es un demócrata que cree en las instituciones. Quinta lección: fortalezcamos nuestras instituciones y resguardemos nuestra democracia.

7.    A casi nadie le gusta escuchar ideas que no quiere escuchar. Probablemente, para muchos de ustedes, este memorándum contiene algunas de ellas. Sin embargo, es importante abrir nuestras mentes y reflexionar sobre las lecciones que nos deja el gobierno de transición y la votación del 6 de junio.

 

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