- El gran reto de PPKnomics no está en cuánto creceremos en el corto plazo, sino en cómo se gestionará este periodo de transición hacia un nuevo equilibrio de largo plazo. Lo central es que la política económica y, sobre todo, la gestión y modernización de las diferentes instituciones del Estado contribuyan a llevarnos a un nuevo equilibrio caracterizado por un crecimiento sostenible más alto del que alcanzaríamos en caso siguiésemos haciendo las cosas como antes.
- Muchos economistas consideran que tras el súper ciclo de los commodities, el crecimiento potencial del Perú se habría reducido al 4.0 - 4.5% por año. Señalar que éste se ha reducido en dos puntos porcentuales equivale a decir que, si seguimos haciendo las cosas como antes, nuestro crecimiento per cápita será significativamente menor. Evidentemente, el crecimiento potencial no es exógeno o inmutable, depende de: (i) el entorno externo, (ii) el marco de política económica y (iii) de las instituciones de un país.
- Lograr crecer de manera sostenida por encima del 4.5% en un entorno internacional menos favorable requerirá que introduzcamos cambios importantes, no solo en algunos aspectos de la política económica, sino que mejoremos radicalmente la gestión del Estado, y que fortalezcamos el marco institucional. No pretendamos obtener resultados diferentes si seguimos haciendo más de lo mismo.
- A pesar de las dudas que generó al inicio, PPKnomics dista mucho de las propuestas contraproducentes conocidas como supply-side economics. Los supply-siders habrían propuesto reducir las tasas impositivas y, suponiendo que esto aumentaría la recaudación, habrían aumentado el gasto público, aumentando así el déficit fiscal. Pero no, el gobierno ha mostrado ser mucho más fiscalista que supply-sider: a los pocos meses de instalarse frenó el gasto público y acaba de aumentar la tasa del impuesto a la renta empresarial. Y aunque la anunciada reducción en la tasa del IGV más que compensará los efectos en la recaudación de la subida en la tasa del impuesto a la renta empresarial, el efecto fiscal neto no será significativo.
- Sin embargo, este énfasis fiscalista pone un coto a la inversión pública y posterga proyectos de infraestructura que un supply-sider habría probablemente acometido de manera frontal. Muchas empresas privadas ejecutan sus proyectos de inversión con un alto porcentaje de deuda, pero el gobierno está imponiéndose un techo innecesario, sobre todo considerando que tenemos importantes ahorros. No hay nada en la teoría económica que nos diga que debamos suavizar la inversión a lo largo del tiempo (eso es cierto para el consumo, no para la inversión). Esta parte de PPKnomics debe ser reevaluada.
- Por otro lado, hay que materializar el destrabe y sería útil comprometerse a reportar periódicamente el progreso en este campo. A PPKnomics le falta de ambición en materia de reformas estructurales necesarias para dinamizar el crecimiento (reforma laboral y del Estado). Y a esta carencia hay que añadir la ausencia en la agenda gubernamental de temas referidos a la modernización y fortalecimiento institucional; si no hay cambios en nuestras instituciones, no habrá mejoras sustanciales en nuestro crecimiento potencial.
- Si hacer las cosas de manera diferente requiere de apoyo político, entonces hay que conseguirlo. Si no se logra, la tasa de crecimiento potencial de la economía no aumentará. Es más, en este escenario el enfrentamiento político llevará a mayor incertidumbre y probablemente a menor crecimiento: todos perdemos. ¡No le hagamos la camita a los antisistema!
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