Ir al contenido principal

El mercado, la competencia y el Indecopi

  1. ¿Sabe usted cuántos funcionarios tiene la agencia de competencia brasilera? Aproximadamente 300. ¿La mexicana? Alrededor de 150. ¿La chilena? Cerca de 120. ¿Y el Indecopi? Poco más de 20. ¿Sabe a cuánto ascienden las multas impuestas por la agencia brasilera en casos de colusión en el 2016? $230MM ¿Por la mexicana? $11MM ¿Por la chilena? $66MM ¿Por el Indecopi? Menos de $4.7MM. Se preguntará por qué estas cifras deberían interesarle. Pues deberían interesarle, y mucho, debido a que el Indecopi debe cumplir un rol fundamental: garantizar el adecuado funcionamiento de la economía de mercado en el Perú.

  1. Hace algo más de 240 años, al estudiar las causas detrás de la riqueza de las naciones (1776), Adam Smith tuvo una intuición fantástica sobre el funcionamiento de una economía de mercado: “[el individuo] busca sólo su propio beneficio, pero en este caso como en otros una ‘mano invisible’ lo conduce a promover un objetivo que no entraba en sus propósitos [...] Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si de hecho intentase fomentarlo". La historia le dio la razón a Smith. Las economías de mercado se impusieron sobre las economías dirigidas desde el Estado. Sin embargo, no siempre la libre interacción de la oferta y la demanda maximiza el bienestar de la sociedad.

  1. Para que el mercado asigne recursos de manera eficiente y su libre funcionamiento sea consistente con elevar el bienestar social se requiere que los mercados sean competitivos, sin embargo, existen muchas razones por las que puede que no lo sean. Por ejemplo, si dos farmacias se ponen de acuerdo para elevar los precios de las medicinas, o si una cementera con poder de mercado impide el ingreso de un nuevo competidor para mantener su posición monopólica, el mayor perjudicado es usted, que deberá pagar mayores precios por las medicinas o por el departamento que quiere comprarse. En la terminología  de Acemoglu y Robinson (“¿Por qué fracasan las naciones?”), para que los países prosperen se requiere de instituciones económicas inclusivas y no extractivas. Las agencias de competencia cumplen precisamente con este rol, evitando desvíos del carácter inclusivo que debe tener el mercado.

  1. En el Perú, el Indecopi ha hecho grandes esfuerzos por fortalecer su rol como agencia de competencia. En los últimos años ha centrado su actuación en la detección de carteles y ha reforzado su rol investigador. De hecho, en los últimos cuatro años el Indecopi ha iniciado más casos de supuestos carteles que en los anteriores diez. Sin embargo, dicho esfuerzo no resulta suficiente y es necesario introducir algunos ajustes al sistema. Ajustes que no deben de ser dispersos e inorgánicos, tal como vienen discutiéndose hasta ahora, sino organizados y con un norte claro.

  1. Al respecto, es necesario contar con un sistema de sanciones que realmente desincentive las conductas prohibidas. Siguiendo estándares internacionales, se requiere tres aspectos clave: multas más elevadas; sanciones penales para responsables de casos de carteles; y un adecuado sistema de reparación de daños. Por el lado institucional, se requiere enfrentar cuatro aspectos: dotar de un adecuado presupuesto al Indecopi, reestructurar sus procedimientos para hacerlos más célebres, establecer adecuados candados institucionales para proteger al Indecopi de presiones externas y, finalmente, crear una estructura interna que dote de mayor transparencia e independencia a los distintos órganos del Indecopi.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Petroperú: crónica de un desastre esperado"

  Fuente: Diario Gestión A mediados de mayo, el ahora renunciante directorio de Petroperú emitió un comunicado en el que dio cuenta de la situación crítica en que había encontrado a la empresa. En él se delinearon las tres opciones existentes frente a la crisis de la empresa. Tras calificar de irresponsable e inmoral solicitar mayor financiamiento del Estado para hacer más de lo mismo (la primera de las tres opciones), solo restaban dos alternativas razonables. La primera era llevar la empresa a su liquidación ordenada; la segunda, fortalecer financieramente a la empresa a la vez que se cambiaba de manera radical su gobernanza y gestión. Para esto resultaba indispensable traer prácticas privadas de gestión empresarial a Petroperú. El directorio presidido por el Sr. Stark recomendó la última de estas opciones y trabajó para que esta se pudiese materializar, pero no encontró eco en el gobierno. Este último parece inclinarse por la opción de “más de los mismo” y, peor aún, con “más de...

El discurso de 28 de julio: entre el sueño y la realidad

Fuente: Gestión Este domingo, la presidente Dina Boluarte dará su segundo mensaje a la nación de 28 de julio. Esperemos que esta vez nos plantee una hoja de ruta clara para el periodo que le queda por delante. Sería muy bienvenido que pase del modo “sobrevivencia, cueste lo que cueste”, al de “visión y liderazgo”. A continuación, presento elementos de tres tipos de discurso presidencial que podríamos escuchar: “el soñado”, “el posibe” y “el que probablemente escuchemos”.  “EL SOÑADO”: Se caracterizaría por anuncios concretos en lo económico, la serguridad, la salud, la educación y lo institucional. En economía: se anunciarían medidas para  promover un shock de inversiones (APPs, destrabe de grandes proyectos y desregulación), fortalecer nuestra macroeconomía (déficit fiscal a 2.5% en el 2024, disminuir exoneraciones, simplificar regímenes tributarios y limitar el endeudamiento de entes subnacionales), y racionalizar la actividad empresarial del Estado (gestión privada para Pet...

¿Por qué perdemos tantos arbitrajes?

Fuente: Diario Gestión Los hechos demuestran que los funcionarios públicos ganan poco al tomar decisiones, pero pueden perder mucho cuando toman riesgos y deciden sobre un tema controversial. La consecuente inacción –explicada por “el pánico a firmar”– trae pocas consecuencias personales para los burócratas, pero termina siendo extremadamente perjudicial para la sociedad. El que no se tomen decisiones o que estas demoren una eternidad perjudica la provisión de bienes y servicios públicos y traba el funcionamiento del sector productivo.  En esta ocasión, nos concentraremos en la relación entre el pánico a firmar y los arbitrajes del sector público. También nos referiremos a las decisiones insensatas de algunos políticos y los consecuentes arbitrajes que ocasionan. En ambos casos, los peruanos perdemos mucho.  La renuencia a tomar decisiones y enfrentar enormes riesgos personales, ha llevado desde hace muchos años a que los funcionarios prefieran dejar que la decisión la tome un...