- Hace pocos días cayó el primer gabinete del gobierno de PPK al solicitar la confianza del Congreso y no obtenerla. Sin duda, este hecho marca un hito en el tortuoso y desgastante camino de confrontación entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo en el que absurdamente nos embarcamos hace poco más de un año. La pregunta es si este hecho, más que un hito en un camino con pendiente negativa, marcará un punto de inflexión a partir del cual podamos recobrar un camino ascendente.
- Tanto los optimistas cuanto los - por naturaleza - confrontacionales piensan que sí, pues el Fujimorismo no se atrevería a censurar a un segundo gabinete ya que esto abriría las puertas para el cierre del Congreso. Este argumento no me convence, pues parte del supuesto de que las partes en conflicto actúan de manera racional, en base a cálculos políticos fríos. Sin embargo, lo que hemos visto en el último año es que ha predominado un enfrentamiento cargado por una alta carga emocional, en donde el raciocinio y el bienestar del país quedaron de lado.
- De hecho resulta increíble, absurdo, que siquiera estemos pensando en esta posibilidad. Las encuestas favorecen fuertemente al Fujimorismo, en este contexto ¿Resulta acaso lógico para el gobierno ir a una nueva elección congresal? ¿Acaso tiene la energía para hacerlo? ¿Cuáles serían las consecuencias para el país? ¿Es que no se acuerdan cómo el 5 de abril de 1992 nos puso al borde del precipicio? El incluir seriamente esta posibilidad en el análisis creo que lo que hace es mostrar la alta carga emocional de aquel/aquella que lo realiza. Seguir pensando en confrontación es sencillamente irracional. La confrontación es lo que nos ha traído a donde estamos y a que no aprovechemos plenamente las oportunidades que tenemos frente a nosotros.
- Todavía es muy temprano para hacer un balance de los logros y desaciertos del gabinete Zavala. Sin embargo, las circunstancias de su salida dejan un sinsabor de fracaso. Fracaso no solo del gabinete saliente, sino de la clase política como un todo, por no haber podido ponerse de acuerdo en torno a una agenda de políticas públicas prioritarias para el país. El gran reto que asume la ministra Aráoz es generar consensos con la oposición en torno a políticas concretas. Es hora de dejar las armas y de construir puentes, de “la reconstrucción con cambios” por así decirlo…
- Algunos líderes empresariales y analistas económicos han señalado que la confrontación y el ruido político no afectará al desempeño económico, pues la lógica de la inversión privada no depende de la política de corto plazo. Indican que la economía y la política andan por dos vías diferentes. Aunque algunos analistas se han referido al aparente divorcio entre la economía y la política existente en el Perú, pues el alto crecimiento económico no se vio reflejado en una mayor aceptación o popularidad de los gobernantes, no es claro que esta falta de causalidad sea bidireccional. En efecto, no hay razón alguna para pensar que la incertidumbre y confrontación política no perjudiquen a la economía. De hecho, lo viene haciendo: no avanzamos en materia de reformas y de atracción de inversión.
- En materia económica nuestro gran reto es cómo convertir el rebote de la economía que registraremos en los próximos trimestres en el inicio de una nueva senda de crecimiento alto y sostenido. El contexto internacional es favorable. Deberíamos poder crecer a tasas cercanas o por encima del 5% anual y para esto necesitamos orden, reformas y menos ruido político. Todos esperamos que en su próxima presentación al Congreso, el gabinete Aráoz nos transmita claramente cómo planea alcanzar esto.
Fuente: Diario Gestión A mediados de mayo, el ahora renunciante directorio de Petroperú emitió un comunicado en el que dio cuenta de la situación crítica en que había encontrado a la empresa. En él se delinearon las tres opciones existentes frente a la crisis de la empresa. Tras calificar de irresponsable e inmoral solicitar mayor financiamiento del Estado para hacer más de lo mismo (la primera de las tres opciones), solo restaban dos alternativas razonables. La primera era llevar la empresa a su liquidación ordenada; la segunda, fortalecer financieramente a la empresa a la vez que se cambiaba de manera radical su gobernanza y gestión. Para esto resultaba indispensable traer prácticas privadas de gestión empresarial a Petroperú. El directorio presidido por el Sr. Stark recomendó la última de estas opciones y trabajó para que esta se pudiese materializar, pero no encontró eco en el gobierno. Este último parece inclinarse por la opción de “más de los mismo” y, peor aún, con “más de...
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