Ir al contenido principal

Los terremotos de Maduro


  1. El pasado viernes en la noche, Nicolás Maduro anunció un “Programa Económico de Recuperación”, un plan de ajuste macroeconómico que podría caracterizarse como un mega ajuste mal diseñado y que, muy probablemente, no podrá ser implementado, pues el mismo es internamente incoherente (¡las cifras no suman!). El anuncio constituye un fortísimo terremoto económico y un hito más en el descalabro en que ha sumido este dictador a nuestra querida Venezuela. 
  2. Entre los anuncios efectuados, están los siguientes: (i) el Petro (una criptomoneda imaginaria) será el anclaje para los precios y salarios; (ii) el Petro tendrá un valor inicial de 3.600 “bolívares soberanos” (la nueva moneda, que nace de quitarle cinco ceros al bolívar fuerte, que a su vez nació de quitarle tres ceros al bolívar tradicional), el petro fluctuará con el valor del barril de petróleo (inicialmente fijado referencialmente en US$ 60); (iii) nuevo sistema cambiario: tipo de cambio único y fluctuante, anclado al Petro (el gobernante señaló que esto último “se explicará en los próximos días”); (iv) incremento del salario mínimo en 3,600%, el cual se anclará al Petro. 
  3. A pesar de la magnitud del incremento salarial, este solo implica subir el salario mínimo a US$ 30 mensuales o a un dólar diario. Este nivel, como bien señaló Ricardo Hausmann, corresponde a la definición de pobreza extrema y demuestra el descalabro económico causado por el chavismo. Sin embargo, el ajuste de precios relativos es tan grande que muchas empresas no podrán hacer frente a la nueva situación, sobre todo si el gobierno insiste en regular precios. 
  4. Y aunque usted no lo crea, Maduro también anunció una férrea disciplina fiscal y monetaria. En su alocución, señaló que la meta del déficit fiscal es que este baje a cero y que así se elimine la emisión inorgánica. El anunciado ajuste fiscal llevó a incrementar el IVA del 12% al 16% (aunque se mantienen las exoneraciones vigentes), fijar el ITF en un rango del 0 al 2% (aplicado a los contribuyentes especiales, protegiendo al sector productivo) y, supuestamente, implicará llevar el precio de la gasolina (la más barata del mundo) a niveles internacionales, pero con subsidio directo al “usuario con carnet” (para los que dicen ser chavistas). ¿Será esto suficiente para generar la credibilidad necesaria para terminar con la hiperinflación? 
  5. No creo. De manera simultánea, Maduro anunció un “bono de reconversión monetaria” de 600 bolívares solidarios para 10 millones de personas y que el gobierno asumirá el diferencial del salario de toda la pequeña y mediana industria por 90 días. Como bien señaló un analista venezolano, esto es equivalente a “un alcohólico que decide anunciar que va a dejar la bebida, pero antes se va a tomar 30 botellas de ron…” 
  6. No me equivoco al vaticinar que el programa fiscal anunciado por Maduro fracasará en eliminar el déficit fiscal y en terminar con la hiperinflación; más bien, la agravará. El precio de la gasolina aún no se ha incrementado (ésta virtualmente se regala en los grifos del país) y ya se aclaró que el programa anunciado se implementará recién a partir del 1ro de setiembre. Eliminar el déficit fiscal de golpe es traumático y requiere de mucha testosterona, la cual no sorprendentemente es escasa en un gobierno de matones que solo se sostiene por las armas y el abuso, y que es incapaz siquiera de confrontar ideas. 
  7. Como si todo el sufrimiento y miedo por el que están atravesando los venezolanos no fuese suficiente, hace dos días sufrieron un terremoto de 7.3 grados. Este, sin embargo, es un “chancay de a 20” en comparación con el terremoto económico de Maduro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué perdemos tantos arbitrajes?

Fuente: Diario Gestión Los hechos demuestran que los funcionarios públicos ganan poco al tomar decisiones, pero pueden perder mucho cuando toman riesgos y deciden sobre un tema controversial. La consecuente inacción –explicada por “el pánico a firmar”– trae pocas consecuencias personales para los burócratas, pero termina siendo extremadamente perjudicial para la sociedad. El que no se tomen decisiones o que estas demoren una eternidad perjudica la provisión de bienes y servicios públicos y traba el funcionamiento del sector productivo.  En esta ocasión, nos concentraremos en la relación entre el pánico a firmar y los arbitrajes del sector público. También nos referiremos a las decisiones insensatas de algunos políticos y los consecuentes arbitrajes que ocasionan. En ambos casos, los peruanos perdemos mucho.  La renuencia a tomar decisiones y enfrentar enormes riesgos personales, ha llevado desde hace muchos años a que los funcionarios prefieran dejar que la decisión la tome un tribunal

La matriz energética, el mercado y las barreras

                                                                                          Fuente: Diario Gestión 1.    El Perú cuenta con una impresionante dotación de recursos energéticos: recursos fósiles, como petróleo y gas natural; un inmenso potencial hidroenergético, todavía no plenamente explotado; y también importantes recursos eólicos, geotérmicos y amplia radiación solar, las llamadas “energías renovables no convencionales” (ERNC). A pesar de que el desarrollo de las ERNC viene fomentándose alrededor del mundo para mitigar el cambio climático –tal vez, el mayor peligro que enfrentamos como especie–, en el Perú estas se encuentran en un nivel incipiente. Solo alrededor del 5% de la energía eléctrica que consumimos proviene de estas fuentes. 2.     Recientemente, el gobierno publicó el D.S. 003-2022-MINAM que propone incrementar la participación de las ERNC a por lo menos el 20% del total de la energía consumida en el país para el año 2030. ¿Será posible? Posible sí, fácil n

El Gobierno, los empresarios y el “volver a creer”

  Fuente: Diario Gestión El lema central de la CADE 2023 que tuvo lugar la semana pasada en Urubamba fue “Volver a creer, volver a crecer”. A la reunión empresarial asistieron muchos ministros de Estado; sin embargo, tras algunas de sus intervenciones, varios asistentes se preguntaron: ¿volver a creer? ¿En serio?... A continuación, algunas reflexiones en torno a qué hacer para que podamos pensar en volver a creer.  Desde hace muchos años, el presidente del Consejo de Ministros no es titular de una cartera ministerial; se dedica a tiempo completo a presidir el gabinete ministerial y a coordinar la política general del gobierno; a ser una especie de jefe de Gobierno. Alberto Otárola es, tal vez, el premier que se ha acercado más a esta figura. En la reciente CADE, Otárola contribuyó a fortalecer esta percepción. En buena hora: en el medio del estancamiento y desilusión, se necesitaba mostrar liderazgo en el Ejecutivo. Su acercamiento al sector privado es, sin duda, positivo y debe saluda