La imagen puede estar sujeta a derechos de autor. Desde nuestras primeras clases de pregrado, los economistas aprendemos que los mercados competitivos maximizan el bienestar social y, también, que aquellos que se alejan de la competencia generan resultados sub-óptimos y podrían requerir algún tipo de intervención gubernamental. Además, la experiencia nos enseña que la intervención estatal dirigida a corregir “fallas de mercado”, muchas veces generan “fallas de gobierno” con consecuencias aún peores que las de las fallas que buscaban eliminar. Así, aprendemos a tener cuidado con que “la lavada nos termine costando más que la camisa”… La convicción acerca de las virtudes del mercado refleja también una profunda creencia en la libertad individual y respeto a la valoración que hacen los individuos de las diferentes opciones que tienen frente a ellos. Al final, estas valoraciones se traducen en precios que guían la toma de decisiones en libertad. Sin embargo, a veces los economist...
Carlos E. Paredes PhD // Gestión