1. Todos sabemos que el aparato estatal peruano no brinda
los bienes y servicios públicos que debería proveer con la eficiencia y calidad
que esperamos. El limitado progreso o, peor aún, el deterioro en la provisión
de estos servicios, hace que la idea de que el Estado deba reformarse y
modernizarse cobre cada día más adeptos. Sin duda, la necesidad de reformar el
Estado se ha hecho aún más evidente con los escándalos de corrupción de los
últimos años. Y para ser positivos, el éxito de los Juegos Panamericanos
también ha demostrado que sí es posible proveer bienes y servicios públicos de
manera eficiente, si es que cambiamos la forma en que opera nuestro sector
público.
2. La reforma del Estado debe plantearse en términos de
objetivos e instrumentos. El objetivo central es que el Estado provea un
conjunto claramente delimitado de bienes y servicios públicos, y que lo haga de
manera eficiente. Es crucial poner énfasis en que el Estado debe estar al
servicio de los ciudadanos, en vez de que estos estén al servicio del Estado y/o
de los empleados públicos. Si, por ejemplo, logramos entender que lo realmente
importante es que la mayor parte de peruanos tenga acceso a servicios de salud
pública de calidad, y no que un gremio de trabajadores públicos en el sector
salud mantenga los beneficios de un statu
quo que nos perjudica a todos, podremos empezar a tomar las decisiones que
son necesarias tomar.
3. No hay que confundir los objetivos con los instrumentos.
Los empleados públicos, son un instrumento; son agentes que deben cumplir con
el mandato del principal (la ciudadanía). Lo importante reside en alinear los
intereses de los agentes con los del principal. Sin duda, esto es más fácil
decirlo que hacerlo. En parte debido a que el principal es relativamente difuso
(los ciudadanos en general) y los agentes (empleados públicos) tienen el poder
que les da el tener a su cargo la provisión de bienes y servicios que todos
necesitamos. Así, los agentes nos pueden esquinar con acciones de fuerza
(huelgas) o con la fuerza del statu quo,
que implica no cambiar nada en el corto plazo, lo cual puede resultar cómodo a los
políticos.
4. Para reformar el Estado necesitamos, primordialmente,
empoderar al principal (la ciudadanía); obligar a los agentes a rendirle
cuentas y, para este fin, asegurarnos que los agentes actúen con transparencia.
Contrariamente a lo que se piensa, se puede avanzar mucho en este campo en el
muy corto plazo en diferentes instituciones y empresas del Estado. De hecho,
algunos entes ya han avanzado de manera significativa (p.e., SUNARP, RENIEC) y
otras están empezando a hacerlo.
5. En Petroperú, la empresa pública más grande del país, estamos
avanzando con la reforma en base a transparencia, a decir la verdad, a no tapar
los errores ni ocultar la dimensión de los retos. Contrariamente a la política
del secretismo (“no se lo digas a nadie”), se lo contamos todo a todos. En muy poco
tiempo hemos avanzado mucho: estamos combatiendo la corrupción, saliendo de
malos elementos, reduciendo personal de manera voluntaria, empoderando a
nuestras mujeres, alineando los intereses de los trabajadores y premiando la
productividad. Hemos generado ahorros y mejorado la eficiencia en base a la
medición de los resultados. La incorporación de inversionistas privados resulta
crucial: asegurará que el progreso alcanzado no se revierta y que, más bien, se
afiance, pues la empresa tendrá que rendir cuentas a sus principales. La
reforma del Estado se está dando así, poco a poco, en diferentes instituciones
y empresas. Fortalezcamos estos brotes de reforma; el país la necesita y la
necesita ahora.
El empoderamiento de la ciudadania (en calidad de "Principal" ) y de los colaboradores de la petrolera estatal (en su calidad de "instrumentos" ) de manera similar a como en el 2007 lo hizo Ecopetrol podria ser la respuesta.
ResponderEliminarhttps://www.dinero.com/edicion-impresa/caratula/articulo/ecopetrol-bolsa/182457
Gestionemos los recursos con transparencia y rendición de cuentas. Gran aporte.
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