Ir al contenido principal

Pandemia política

 

                                                                Fuente: diario Gestión

1.     Los últimos diez días han estado dominados por la política y, sobre todo, por el comportamiento de los políticos. El martes pasado, decenas de millones de estadounidenses acudieron a las urnas, a pesar del peligro generado por el recrudecimiento del COVID-19. Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y los pequeños y cambiantes márgenes en el conteo mantuvieron en vilo a parte importante del planeta. Recién el sábado, cinco días después, se conoció que Biden había sido el ganador.

2.   Sin embargo, Trump parece no querer enterarse de su derrota, menos aún reconocerla. Se está quedando solo. Varios jefes de Estado de las potencias aliadas de los Estados Unidos felicitaron a Biden apenas confirmadas las proyecciones; incluso prominentes líderes Republicanos lo hicieron, incluyendo al expresidente George W. Bush. Pese a esto, Trump persiste en negar la realidad electoral, debilitando la democracia. La soberbia, los desplantes y las pataletas de Trump son ampliamente conocidas y, tal vez por ellas, los electores norteamericanos lo hayan sacado de la Casa Blanca.

3.    En contraposición con el comportamiento de Trump, el sábado por la noche, Joe Biden y Kamala Harris regalaron una clase de buena política. Biden se dirigió a los que no habían votado por él, les dijo que habían sido oponentes, pero no enemigos, que todos eran americanos. Tendió puentes para gobernar; sabe que tendrá que lidiar con un congreso dividido. Harris parece una buena compañera de fórmula, que lo ayudará a lidiar con los más liberales del partido Demócrata. Se espera que ella –como lo fue Biden con Obama– sea una funcionaria leal y contribuya a fortalecer el nuevo gobierno norteamericano. Supongo que, alrededor del mundo, cientos de millones de personas los escucharon con alivio.

4.   Y tras los discursos de Harris y Biden del sábado en la noche, vino el domingo y, con él, los programas políticos locales y los prometidos destapes y acusaciones que pondrían en jaque al presidente Vizcarra, pero esta vez sería jaque mate. En efecto, el lunes en la mañana, el presidente acudió al Congreso de la República, supuestamente a presentar sus descargos; pero, en vez de hacerlo, pechó a los congresistas y abrió más dudas sobre su explicación de los hechos. Precipitó así su final y por la noche ya había sido vacado.   

5.   Con el tiempo se esclarecerán los hechos detrás de la vacancia y la realidad tras las denuncias efectuadas contra el ingeniero Martín Vizcarra. Quedan, sin embargo, algunas certezas: se gobierna con aliados, la confrontación permanente entre los poderes del Estado desgasta a las personas, socava a las instituciones y nos conduce a resultados inimaginables al momento de comenzar a pelear. Buscar imponer ideas a la fuerza, en vez de generar consensos con diálogo y buena fe, caracterizó a este accidentado periodo presidencial. Desgraciadamente, en medio de esta confrontación sin cuartel y sin sentido, en un contexto de desconfianza generalizada, llegó la pandemia del COVID-19 y registramos los peores resultados mundiales en materia sanitaria y económica.

6.       Pese a lo anterior y las cada vez mayores dudas sobre la probidad del expresidente Vizcarra, muchos consideramos que vacarlo en este momento era un despropósito. Ojalá que los hechos nos demuestren que estábamos equivocados. El ahora presidente Merino ha empezado con anuncios alentadores respecto a la institucionalidad democrática y convocando a otras fuerzas políticas, pero seamos claros: los riesgos son enormes. Por su cercanía en el tiempo y a pesar de las enormes diferencias, la comparación de Trump-Biden con Vizcarra-Merino resulta inevitable y puede dejarnos algunas lecciones.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Petroperú: crónica de un desastre esperado"

  Fuente: Diario Gestión A mediados de mayo, el ahora renunciante directorio de Petroperú emitió un comunicado en el que dio cuenta de la situación crítica en que había encontrado a la empresa. En él se delinearon las tres opciones existentes frente a la crisis de la empresa. Tras calificar de irresponsable e inmoral solicitar mayor financiamiento del Estado para hacer más de lo mismo (la primera de las tres opciones), solo restaban dos alternativas razonables. La primera era llevar la empresa a su liquidación ordenada; la segunda, fortalecer financieramente a la empresa a la vez que se cambiaba de manera radical su gobernanza y gestión. Para esto resultaba indispensable traer prácticas privadas de gestión empresarial a Petroperú. El directorio presidido por el Sr. Stark recomendó la última de estas opciones y trabajó para que esta se pudiese materializar, pero no encontró eco en el gobierno. Este último parece inclinarse por la opción de “más de los mismo” y, peor aún, con “más de...

El discurso de 28 de julio: entre el sueño y la realidad

Fuente: Gestión Este domingo, la presidente Dina Boluarte dará su segundo mensaje a la nación de 28 de julio. Esperemos que esta vez nos plantee una hoja de ruta clara para el periodo que le queda por delante. Sería muy bienvenido que pase del modo “sobrevivencia, cueste lo que cueste”, al de “visión y liderazgo”. A continuación, presento elementos de tres tipos de discurso presidencial que podríamos escuchar: “el soñado”, “el posibe” y “el que probablemente escuchemos”.  “EL SOÑADO”: Se caracterizaría por anuncios concretos en lo económico, la serguridad, la salud, la educación y lo institucional. En economía: se anunciarían medidas para  promover un shock de inversiones (APPs, destrabe de grandes proyectos y desregulación), fortalecer nuestra macroeconomía (déficit fiscal a 2.5% en el 2024, disminuir exoneraciones, simplificar regímenes tributarios y limitar el endeudamiento de entes subnacionales), y racionalizar la actividad empresarial del Estado (gestión privada para Pet...

¿Por qué perdemos tantos arbitrajes?

Fuente: Diario Gestión Los hechos demuestran que los funcionarios públicos ganan poco al tomar decisiones, pero pueden perder mucho cuando toman riesgos y deciden sobre un tema controversial. La consecuente inacción –explicada por “el pánico a firmar”– trae pocas consecuencias personales para los burócratas, pero termina siendo extremadamente perjudicial para la sociedad. El que no se tomen decisiones o que estas demoren una eternidad perjudica la provisión de bienes y servicios públicos y traba el funcionamiento del sector productivo.  En esta ocasión, nos concentraremos en la relación entre el pánico a firmar y los arbitrajes del sector público. También nos referiremos a las decisiones insensatas de algunos políticos y los consecuentes arbitrajes que ocasionan. En ambos casos, los peruanos perdemos mucho.  La renuencia a tomar decisiones y enfrentar enormes riesgos personales, ha llevado desde hace muchos años a que los funcionarios prefieran dejar que la decisión la tome un...