Ir al contenido principal

Industria extractiva, canon y paz social

 

Fuente: Diario Gestión

1.       En los últimos años los conflictos sociales en torno a la explotación de los recursos naturales se han exacerbado. El denominador común de estos es la creencia de que la riqueza generada por la industria extractiva no se comparte de manera equitativa, además de que se afecta negativamente el medioambiente y la calidad de vida de las comunidades aledañas.

2.    Nuestro mundo es uno de percepciones, más que de estadísticas. El que las comunidades que de facto tienen la potestad de otorgar o no la “licencia social” para explotar nuestros recursos se sientan ninguneadas, lleva a trancar el juego y a resultados subóptimos. Todos somos testigos de los conflictos sociales recurrentes, del fortalecimiento de grupos opositores a la industria extractiva y de cómo el Perú pierde oportunidades y se empobrece en términos relativos.

3.    Si bien muchos de los reclamos sociales son legítimos, sobre todo los referidos a la falta de provisión de servicios públicos básicos, esto no justifica socavar la actividad extractiva y la viabilidad de las empresas dedicadas a la minería, al gas o al petróleo. Vamos a terminar matando a la gallina de los huevos de oro, literalmente.

4.    El Estado debe atender las demandas sociales en las áreas de influencia de las actividades extractivas; si no es por convicción, por lo menos por interés: los recursos fiscales dependen de esta actividad. Evidentemente, también debe brindar garantías a las empresas extractivas y asegurarse de que estas cumplan con la legislación ambiental y laboral. El Estado debe legitimarse, pues ha estado ausente en gran parte de este territorio nacional. Se debe actuar con racionalidad y firmeza, con compromiso social, priorizando el diálogo, pero siempre dentro de los márgenes que impone la ley. No se puede renunciar al principio de autoridad, cuando esto ocurre se produce el descalabro y se agudiza el conflicto.

5.  Pero preguntémonos, ¿por qué, si la actividad extractiva genera recursos para los pobladores, estos se oponen a esta industria? Tal vez porque este flujo de recursos no es claramente identificable. Focalicémonos en el caso del canon, que representa la participación de los gobiernos subnacionales en el total de ingresos obtenidos por el Estado producto de la explotación de los recursos naturales. ¿Cómo se distribuye el canon? Varía según la actividad: el del petróleo no es igual al de la minería o al de la pesca. En el caso de Loreto, la regla de distribución del canon petrolero lleva a que el Gobierno Regional reciba el 52% de este, mientras que los distritos productores solo reciben una fracción ínfima del mismo. Por ejemplo, el distrito de Puinahua –donde hoy se concentra más del 90% de la producción petrolera en la Amazonía (y 30% de la producción nacional)– recibe solo el 0.33% del canon petrolero y, paradójicamente, no tiene acceso permanente a energía. 

6.    Si queremos contribuir a la paz social en la región, es necesario revisar los criterios de distribución del canon de tal manera que la población del área de influencia de la actividad petrolera realmente se beneficie de esta. Esto contribuiría a alinear incentivos y a viabilizar una actividad extractiva que necesariamente debe ser social y ambientalmente responsable para poder sobrevivir y crecer.

7.    Sin embargo, esto no será suficiente. El Estado debe cumplir con proveer los servicios públicos básicos que esta población demanda. ¿Se requiere de más gasto público? Sí, pero asegurando estándares mínimos de calidad. No hay dinero para despilfarrar, hay, más bien, tareas que realizar.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Petroperú: crónica de un desastre esperado"

  Fuente: Diario Gestión A mediados de mayo, el ahora renunciante directorio de Petroperú emitió un comunicado en el que dio cuenta de la situación crítica en que había encontrado a la empresa. En él se delinearon las tres opciones existentes frente a la crisis de la empresa. Tras calificar de irresponsable e inmoral solicitar mayor financiamiento del Estado para hacer más de lo mismo (la primera de las tres opciones), solo restaban dos alternativas razonables. La primera era llevar la empresa a su liquidación ordenada; la segunda, fortalecer financieramente a la empresa a la vez que se cambiaba de manera radical su gobernanza y gestión. Para esto resultaba indispensable traer prácticas privadas de gestión empresarial a Petroperú. El directorio presidido por el Sr. Stark recomendó la última de estas opciones y trabajó para que esta se pudiese materializar, pero no encontró eco en el gobierno. Este último parece inclinarse por la opción de “más de los mismo” y, peor aún, con “más de...

El discurso de 28 de julio: entre el sueño y la realidad

Fuente: Gestión Este domingo, la presidente Dina Boluarte dará su segundo mensaje a la nación de 28 de julio. Esperemos que esta vez nos plantee una hoja de ruta clara para el periodo que le queda por delante. Sería muy bienvenido que pase del modo “sobrevivencia, cueste lo que cueste”, al de “visión y liderazgo”. A continuación, presento elementos de tres tipos de discurso presidencial que podríamos escuchar: “el soñado”, “el posibe” y “el que probablemente escuchemos”.  “EL SOÑADO”: Se caracterizaría por anuncios concretos en lo económico, la serguridad, la salud, la educación y lo institucional. En economía: se anunciarían medidas para  promover un shock de inversiones (APPs, destrabe de grandes proyectos y desregulación), fortalecer nuestra macroeconomía (déficit fiscal a 2.5% en el 2024, disminuir exoneraciones, simplificar regímenes tributarios y limitar el endeudamiento de entes subnacionales), y racionalizar la actividad empresarial del Estado (gestión privada para Pet...

¿Por qué perdemos tantos arbitrajes?

Fuente: Diario Gestión Los hechos demuestran que los funcionarios públicos ganan poco al tomar decisiones, pero pueden perder mucho cuando toman riesgos y deciden sobre un tema controversial. La consecuente inacción –explicada por “el pánico a firmar”– trae pocas consecuencias personales para los burócratas, pero termina siendo extremadamente perjudicial para la sociedad. El que no se tomen decisiones o que estas demoren una eternidad perjudica la provisión de bienes y servicios públicos y traba el funcionamiento del sector productivo.  En esta ocasión, nos concentraremos en la relación entre el pánico a firmar y los arbitrajes del sector público. También nos referiremos a las decisiones insensatas de algunos políticos y los consecuentes arbitrajes que ocasionan. En ambos casos, los peruanos perdemos mucho.  La renuencia a tomar decisiones y enfrentar enormes riesgos personales, ha llevado desde hace muchos años a que los funcionarios prefieran dejar que la decisión la tome un...