Fuente: Diario Gestión Parece ser que los peruanos hemos internalizado que la economía y la política van por cuerdas separadas, por lo menos en el corto plazo. En este horizonte temporal, nuestro desempeño económico depende sobre todo de factores predeterminados –qué hicimos o no hicimos en el pasado– o exógenos, como los precios de nuestras exportaciones o el crecimiento económico mundial. En el mediano y largo plazo, la historia es otra: el deterioro institucional y político nos están pasando la cuenta. Hoy, el crecimiento potencial de la economía es menos de la mitad de lo que era hace 20 años. Pero, ¿cuán separadas están estas cuerdas en realidad? ¿El desmadre político y social actual no afecta realmente a la economía en el corto plazo? Al compararnos con nuestros pares y constatar que sobresalimos en materia macroeconómica, solemos pensar que efectivamente, en el Perú, la economía y la política van por cuerdas separadas. ¡Error! Para responder a las preguntas con que i...
Carlos E. Paredes PhD // Gestión