1.
A lo largo de los años he
tenido la oportunidad de conocer diferentes aspectos del sector eléctrico
peruano. La complejidad de la regulación eléctrica se fue incrementando con el
tiempo, producto de una serie de medidas cortoplacistas que fueron
distorsionando el mercado. Las distorsiones generaron incentivos perversos y
producto de ellas buena parte de los generadores eléctricos están enfrentados
entre sí. De un lado, están casi todos los generadores y distribuidores del
mercado nacional y del otro, las tres generadoras privadas más grandes del país
que, además, cuentan con el respaldo de los grandes clientes de electricidad.
2. La manzana de la discordia es
si es razonable declarar que el costo variable de las unidades de generación a
gas es cercano a cero o no. Los que sostienen que esto es correcto señalan que
el costo del gas es un costo fijo, mientras los que se oponen, indican que esto
es irreal y que se está distorsionando el mercado. En efecto, los precios en el
mercado mayorista son solo una fracción del costo real de generación sin que
esto beneficie necesariamente a los millones de consumidores finales, sino solo
a unos cientos de grandes usuarios.
3.
Los generadores eléctricos cubren
sus costos con dos fuentes: el pago de potencia y la venta de energía. Los
costos fijos se deben cubrir por el pago por potencia y los costos variables
por la venta de energía. En principio, el combustible (el gas) es un costo variable
ya que el consumo de gas depende de cuánta energía se genere y, por lo tanto,
el precio de la energía debería permitir recuperar este costo. De igual modo,
la amortización de las turbinas y demás equipos son –por naturaleza– costos
fijos y deben recuperarse en el pago por potencia.
4.
No cabe duda de que las
cláusulas take or pay y ship or pay contenidas en los contratos
de la cadena de gas llevan a que las empresas generadoras consideren al gas
como un costo fijo. La gran pregunta es si la regulación debe considerarlos
como costos fijos o no. Esto nos lleva a analizar la naturaleza de los costos.
¿Firmar una cláusula take or pay convierte realmente al combustible en un
costo fijo? ¿Acaso rompe el vínculo existente entre el consumo de gas y la
generación de electricidad? Esta es la discusión y existen argumentos
razonables en ambos lados del debate.
5. Sin embargo, el problema es
que con la regulación actual la mayor parte de los generadores no cubren sus
costos operativos. En efecto, ya sea que al costo del gas se considere como fijo
o como variable, el mismo debería recuperarse con la tarifa por potencia o con el
precio de la energía; pero hoy no está cubierto ni por una ni por otro. Es como
si el costo del gas no existiese. Sin embargo, el propio Osinergmin sí considera
el costo completo del gas al momento de determinar la tarifa a los usuarios
regulados (la mayoría de nosotros). Esto explica en buena cuenta por qué las
familias pagan más del doble que los grandes usuarios industriales que defienden
el statu quo.
6.
Esta discusión se zanjó en setiembre
pasado con una sentencia de la Corte Suprema que ordenó al MINEM a considerar los
costos totales del gas, tal como lo hace Osinergmin. Sin embargo, hasta el día
de hoy no se cumple con el mandato judicial: el MINEM, el COES y el Osinergmin
parecen estar jugando al gran bonetón. Esperemos que el problema se resuelva pronto,
pues la agenda del sector es compleja y para abordarla con éxito se requiere de
reglas sensatas y estables.
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